La Fundación Neonatológica para el Recién Nacido y su Familia FUNLARGUIA dedica un afectuoso recuerdo a su fundador y presidente el Ac. A. Miguel Larguía.
Lo llamábamos coloquialmente Miguel, lejos de toda formalidad como a él le gustaba, algunos le decían Dr. Miguel para diferenciarlo de su padre, también pediatra de vocación.

Nuestro querido Miguel emprendió un viaje eterno, y nos dejó la misión de continuar con su legado. Es una responsabilidad que asumimos con convicción, porque a su lado
aprendimos a cuidar la vida de personas recién nacidas, de sus madres y de sus familias.

Supo dar su toque de magia en escenarios tecnologizados como las terapias intensivas neonatales y abrió las puertas a los padres, a los hermanos y los familiares, evidenciando que el riesgo de las infecciones hay que buscarlo en otras razones. Nos mostró que el contacto piel a piel promueve la secreción de prolactina, pero más importante aún, construye subjetividad y afectos sobre los bordes de la piel y desde el inicio de la vida.

Humilde como pocos, nos enseñó a trabajar en equipo, donde cada persona tiene su lugar y su valor. Jerarquizó la práctica de la enfermería y de otras disicplinas. Él mismo contaba cómo aprendió de las enfermeras los cuidados necesarios para el cuidado de bebés prematuros. Estudiar, aprender, aceptar el límite de lo que no sabemos para estimular la capacitación continua, ha sido una actitud en la vida que buscaremos replicar.

Solo podemos decirle GRACIAS, por todo lo construido a lo largo de una vida plena como la suya y asegurarle que tomamos la antorcha de su legado para seguir adelante.
Te queremos Dr. Miguel, hasta luego.