Lectura para padres
Los años formativos
Desarrollo e intervención oportuna en los primeros cinco años de vida
Libros hay muchos, habrá más, pero éste no podía faltar. La oportunidad de que padres, familiares, agentes de salud y educadores puedan acortar camino en el conocimiento de la comprensión y de las acciones a llevar a cabo durante “los años formativos”, es prioritaria para una sociedad que pretenda ser mejor.
Las Doctoras Iris Schapira, Enriqueta Roy y la Lic. Silvina Toledo no han improvisado este texto, que es la culminación de gran parte de sus vidas en la adquisición de estos conocimientos para ser compartidos, es decir, para ser enseñados. Con la humildad del que mucho sabe, han elegido los colaboradores adecuados.
El poder explicar a que se llama Intervención Oportuna, habilitación y rehabilitación en la importancia de los primeros años de vida, no es fácil pero lo hicieron comprensible. Incluir una guía para el Control del Desarrollo de 0 a 5 años no es sencillo, sin embargo están logradas para ser llevadas a la práctica.
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Los padres en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN)
El nacimiento de personas antes de las 37 semanas de edad gestacional (EG) es posible y relativamente frecuente. En no menos del 7 % de los embarazos esta situación se produce. Si bien se conocen algunas de las causas, la prematurez hoy por hoy no es enteramente prevenible. Los padres deben conocer algunos conceptos relacionados. La problemática de la prematurez es mayor a menor tiempo de embarazo. Se denomina edad gestacional a las semanas transcurridas entre el primer día de la fecha de la última menstruación y el día del nacimiento del hijo/a. En base a enormes progresos en el conocimiento científico y en la utilización de tecnología y recurso humano muy calificado ya existe la posibilidad de sobrevida a partir de las 24/25 semanas de EG en los mejores centros. Sin embargo su sobrevida es aún muy baja y los tiempos de internación muy prolongados así como también la incidencia de diversas complicaciones. Desde la semana 27 los resultados mejoran notablemente para alcanzar el éxito en casi el cien por cien de los pacientes a las 32 semanas.
Guia para Padres de Prematuros
El derecho a la vida de las personas nacidas antes de las 37 semanas de gestación es cada vez ejercido con mayor frecuencia…y esto es muy bueno. Tan es así que ahora resulta un objetivo impostergable estimular y capacitar a los padres en su cuidado durante la internación y durante los trascendentes primeros años de vida.
La División Neonatología del Hospital Materno Infantil “R.Sardá”, ha desarrollado un modelo solidario denominado “Maternidades Centradas en la Familia” que recientemente ha sido reconocido por la Organización Panamericana de la Salud, como ejemplo de Buenas Prácticas para ser replicado en esta región de América. En los Consultorios Externos de Pediatría, desde hace más de veinte años, se lleva a cabo un programa integral de seguimiento de los recién nacidos prematuros, que para los menores de 1500g se extiende hasta su ingreso escolar.
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“Como tratar mejor a su medico pediatra” o “Como hacer para que su medico pediatra se sienta mejor”
Los padres con hijos necesitan un médico pediatra para su cuidado integral. Los médicos pediatras necesitan que los padres con hijos los consulten para su ejercicio profesional. Estos enunciados tan elementales están definiendo sin embargo una relación entre personas esencial para una sociedad cuya estructura se basa fundamentalmente en la familia. Los médicos pediatras por vocación han elegido una clínica que necesariamente implica no solamente formación sino que además compromiso social. Los niños no son pacientes en el sentido asistencial como lo son los adultos. No eligen por de pronto a su médico y de acuerdo a su edad tienen limitaciones o dificultades para expresar sus sentimientos y/o dolencias. Nuevamente estos enunciados plantean una relación diferente, especial, quizás más difícil, pero sin duda trascendente. Los médicos pediatras mayoritariamente pertenecen a una sociedad científica (Sociedad Argentina de Pediatría) que no solamente los nuclea sino que muy especialmente se ocupa de su capacitación y educación continua. Es más, los acredita en base a esa actualización. Así entendido en nuestro país, están dadas las condiciones para que padres y familias puedan confiar en sus médicos pediatras aceptando que por su condición humana no serán nunca infalibles ni perfectos.
Mi médico no sabe que tiene mi hijo
Con mucha frecuencia sucede que al cabo de un prolijo examen clínico no surgen evidencias de enfermedad. Sin embargo existe un proceso febril o la falta de ganancia adecuada de peso o dolores recurrentes. Cuando nuestro médico pediatra nos dice y lo hace honestamente, que el examen es normal, muchas veces se produce una sensación de frustración ante la “falta” de un diagnóstico. Los padres deben entender, aunque cueste, que la falta de hallazgos de anormalidad lejos de ser una mala noticia es lo mejor que puede sucedernos. Por el contrario, encontrar signos de enfermedad con los cuales podemos poner “nombre y apellido “al problema, significa que existe esa enfermedad que obligará a tratamientos a veces prolongados y a controles muchas veces molestos.