Cierre

Señores Académicos, el Honor que me habéis conferido al haberme ubicado entre vosotros ha superado ampliamente mis expectativas. El ahora pertenecer a la Academia Nacional de Medicina con su glorioso pasado y ejemplar presente, agiganta mis responsabilidades.

Soy plenamente consciente de la magnitud del compromiso que he asumido .Pido que Dios me ilumine para ser digno de Ustedes, mis colegas y para contribuir desde mi humilde condición a mejorar la asistencia integral de las personas recién nacidas en el contexto de sus grupos familiares.

Quiero para nosotros los argentinos, un futuro mejor, justo y equitativo. Quiero la jerarquización social y económica de los médicos y de los agentes de salud. Quiero un Hospital Público digno y capaz de satisfacer las necesidades de todos. Comprometo ante Uds. y en esta casa mi esfuerzo que necesariamente debe continuar en el sentido de mi misión como Emprendedor Social de ASHOKA y Miembro Titular de las Sociedades de Pediatría y de Perinatología.
Para finalizar me referiré ahora a mis hijos y familia.

En la vida de las personas el nacimiento de los hijos son hechos trascendentes. Los hijos nos enseñan el amor fraterno y filial. Nos enseñan a encontrar la felicidad en las pequeñas cosas cotidianas en las que ellos participan. También nos muestran el camino para volver a casa donde nos esperan. Mis hijos: Verónica, Maximiliano, Miguel y Belén me colman de orgullo por tenerlos y por haberse ya realizado como padres de mis nietos en forma, para mí, ejemplar. Por supuesto que no es casualidad, porque en Inés tuvieron una madre excepcional que los priorizó por encima de todo. Fue ella quien compensó mis imperfecciones y mis limitaciones sobre todo aquellas relacionadas con mi escasa disponibilidad de tiempo. Hijos, compartan el orgullo que como académico siento porque esta historia la vivimos juntos.

Mariu, Licenciada María Aurelia González Arango de Larguía. También nosotros no pudimos habernos elegido mejor. Nuestro amor y respeto mutuo nos proyecta desde un presente feliz para un futuro mejor, para nosotros y para todos los que nos rodean.
A todos muchas gracias por acompañarme hoy y siempre.

Señores Académicos, el Honor que me habéis conferido al haberme ubicado entre vosotros ha superado ampliamente mis expectativas. El ahora pertenecer a la Academia Nacional de Medicina con su glorioso pasado y ejemplar presente, agiganta mis responsabilidades.

Soy plenamente consciente de la magnitud del compromiso que he asumido .Pido que Dios me ilumine para ser digno de Ustedes, mis colegas y para contribuir desde mi humilde condición a mejorar la asistencia integral de las personas recién nacidas en el contexto de sus grupos familiares.

Quiero para nosotros los argentinos, un futuro mejor, justo y equitativo. Quiero la jerarquización social y económica de los médicos y de los agentes de salud. Quiero un Hospital Público digno y capaz de satisfacer las necesidades de todos. Comprometo ante Uds. y en esta casa mi esfuerzo que necesariamente debe continuar en el sentido de mi misión como Emprendedor Social de ASHOKA y Miembro Titular de las Sociedades de Pediatría y de Perinatología.
Para finalizar me referiré ahora a mis hijos y familia.

En la vida de las personas el nacimiento de los hijos son hechos trascendentes. Los hijos nos enseñan el amor fraterno y filial. Nos enseñan a encontrar la felicidad en las pequeñas cosas cotidianas en las que ellos participan. También nos muestran el camino para volver a casa donde nos esperan. Mis hijos: Verónica, Maximiliano, Miguel y Belén me colman de orgullo por tenerlos y por haberse ya realizado como padres de mis nietos en forma, para mí, ejemplar. Por supuesto que no es casualidad, porque en Inés tuvieron una madre excepcional que los priorizó por encima de todo. Fue ella quien compensó mis imperfecciones y mis limitaciones sobre todo aquellas relacionadas con mi escasa disponibilidad de tiempo. Hijos, compartan el orgullo que como académico siento porque esta historia la vivimos juntos.

Mariu, Licenciada María Aurelia González Arango de Larguía. También nosotros no pudimos habernos elegido mejor. Nuestro amor y respeto mutuo nos proyecta desde un presente feliz para un futuro mejor, para nosotros y para todos los que nos rodean.
A todos muchas gracias por acompañarme hoy y siempre.